Cuando se rompe un frigorífico siempre parece una catástrofe, no solo por la pérdida de la comida que se ha estropeado o descongelado, o por el dinero que va a suponer la compra de otro nuevo, sino porque parece una tarea titánica elegir uno completamente nuevo entre toda la variedad que hay ahora mismo. Pero en realidad no es tan difícil, solo debemos pararnos a pensar un momento y seguir estos consejos para saber que frigorífico necesitamos.
Hasta los más amateurs intuyen que lo primero a la hora de comprar un frigorífico es medir el hueco donde irá colocado en la cocina. Pero no basta con medir la altura: una nevera demasiado ancha se puede quedar atrapada para siempre en la puerta de casa o del ascensor. Imagínate el panorama.
Para evitar un desastre de tales magnitudes asegúrate de medir correctamente la altura, anchura, profundidad del hueco y, si no quieres arriesgar más de la cuenta, la distancia total de la que dispones para abrir la puerta. Si no, te tocará hacer malabarismos a diario. Tampoco está de más pensar hacia qué lado pretendes que abra la puerta de tu nuevo frigorífico, aunque buena parte de los actuales cuentan con puertas reversibles.
Tipos de frigorífico: medidas y clases
La industria neveril ha evolucionado más en los últimos años que los teléfonos móviles. Si hace tiempo que no has pisado una tienda de electrodomésticos tendrás que coger papel y boli.
¿Qué tipo de frigorífico es mejor? Todo depende de las necesidades y gustos de cada hogar. La teoría dice que un soltero que se pasa todo el día fuera de casa no tendrá el mismo modelo que una familia numerosa, pero la vida es así de complicada.
Antes de enharinarnos con los mil y un tipos diferentes de neveras, debes tener en cuenta -más o menos- qué altura te viene mejor. Como ya hemos mencionado, no es algo definitivo porque lo que realmente importa es la capacidad neta tanto de la nevera como del congelador y si necesitas más de una cosa u otra.
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Hasta 150cm. Los minibar y los frigoríficos bajo encimera entran en esta categoría. No son muy habituales en los hogares españoles, pero si apenas vas utilizar la nevera en casa podría servirte para ahorrar dinero.
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De 150 cm a 170 cm. Frigoríficos pequeños. Una opción recomendable para los solteros que pisan la cocina una vez al mes.
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De 170 cm a 185cm. Frigoríficos medianos. Una de las opciones más habituales, sobre todo en las neveras de dos puertas y combi.
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De 185 cm a 195cm. Neveras grandes, con un tamaño suficiente para una familia numerosa, bastante extendidos a partir de los años noventa.
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Más de 195 cm. Los frigoríficos de mayor tamaño, una solución útil para las familias pero una mala opción si apenas vas a guardar cosas dentro.
La anterior clasificación no debe ser definitiva, sino una pequeña guía orientantiva para centrarse en frigoríficos de dos o tres tramos de medidas diferentes, siempre con un ojo avizor sobre la capacidad real de cada nevera.
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Frigoríficos de una puerta: ¡Cuidado! Son exclusivamente neveras, no tienen función para congelar alimentos. Y aún así tienen su propio mercado, sobre todo entre los que van a comprar a diario o los que ya disponen de un congelador independiente en otro lugar de casa. Los puedes encontrar en tres formatos: minibar, bajo encimera y los tradicionales, con una gran capacidad.
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Frigoríficos de dos puertas: Fueron los reyes del mercado hace tiempo y todavía son una opción para mucha gente porque resultan económicos, pero ergonómicamente dejan que desear porque los congelados descansan en la parte superior y las frutas y verduras quedan a los pies. Eso sí, es una solución a tener muy en cuenta para un apartamento en la costa, ya que durante el verano el congelador es una prioridad.
- Frigoríficos de cuatro puertas. Evolución natural de los modelos de puerta francesa. Incluye un cajón intermedio flexible que puede servir como zona de refrigeración independiente o congelación rápida. Reservado a las gamas más altas.
Fuente: ComputerHoy